Delito de Alcoholemia

El delito contra la seguridad vial por alcoholemia se refiere a la conducción de un vehículo bajo los efectos del alcohol, excediendo los límites legales establecidos. En España, este delito está regulado en el artículo 379 del Código Penal y se considera una infracción grave.

Existen dos situaciones principales en las que se comete este delito:

1. Superación de los límites legales de alcohol en aire espirado o sangre:

• Tasa de alcohol superior a 0,60 mg/l en aire espirado.
• Tasa de alcohol superior a 1,2 g/l en sangre.

2. Conducción bajo los efectos del alcohol: Aunque no se superen los límites legales, puede considerarse delito si el conductor muestra claros síntomas de embriaguez y representa un riesgo para la seguridad vial.

Las penas por cometer un delito de alcoholemia pueden incluir:

• Prisión de 3 a 6 meses.
• Multa de 6 a 12 meses.
• Trabajos en beneficio de la comunidad durante 31 a 90 días.
• Retirada del permiso de conducir por un período de 1 a 4 años.

Además, si la conducción bajo los efectos del alcohol resulta en un accidente de tráfico con daños personales o materiales, las sanciones pueden ser aún más severas.

¿A Partir De Qué Tasa De Alcohol Es Delito?

En España, el delito de alcoholemia se configura cuando se supera una determinada tasa de alcohol en el organismo al conducir un vehículo. Según el artículo 379 del Código Penal, se considera delito cuando se alcanzan los siguientes niveles:

• Tasa de alcohol en aire espirado superior a 0,60 mg/l.
• Tasa de alcohol en sangre superior a 1,2 g/l.

Además, aunque no se alcancen estas tasas, también puede ser considerado delito si el conductor, aun con una tasa de alcohol más baja, muestra signos evidentes de estar bajo los efectos del alcohol y pone en peligro la seguridad vial.

¿Cuándo Prescribe Un Delito Por Alcoholemia?

El delito por alcoholemia en España, al estar tipificado en el artículo 379 del Código Penal, tiene un plazo de prescripción de 5 años.

Este plazo se calcula a partir del día en que se cometió el delito. Es decir, si durante ese período no se ha iniciado un proceso judicial o no se ha interrumpido la prescripción por alguna actuación del acusado o del tribunal, el delito quedará prescrito y no podrá ser perseguido penalmente.

Sin embargo, es importante destacar que, si durante esos 5 años se realiza cualquier actuación judicial, el plazo de prescripción se interrumpirá, comenzando a contarse de nuevo desde esa fecha.

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